Bilbao en cuatro pistas

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photo_camera Museo Guggenheim

Hospitalaria, divertida, vanguardista y tradicional, la capital vizcaína recibe el retorno de las vacaciones estivales con un montón de propuestas y sin dejar de lado su cara más suculenta: la que ofrece una gastronomía de primera. Te lo contamos en cuatro pistas.

1. ABANDOIBARRA. El Bilbao del siglo XXI comenzó a dar sus primeros pasos con la inauguración del edificio considerado como un icono de las nuevas tendencias arquitectónicas, el Museo Guggenheim Bilbao. La obra del norteamericano Frank O. Gehry fue el pistoletazo de salida para una profunda tarea de remodelación urbanística de la superficie que va desde el puente de la Salve al Palacio Euskalduna de Congresos y de la Música. La inauguración de la pasarela peatonal del Padre Arrupe, que enlaza la ribera de Deusto y la avenida de las Universidades con el Paseo de la Memoria donde se erigen obras escultóricas de Chillida, Zugasti, Garraza y William, entre otros-, va dando forma al gran sueño de renovación del proyecto Bilbao Ría 2000.museo-guggenheim2

2. FUNICULAR. Una de las panorámicas más espectaculares de la ciudad, es la que se disfruta desde lo alto del monte Artxanda. Para llegar hasta allí lo mejor es tomar el Funicular de Artxanda. Inaugurado en octubre de 1915, este peculiar medio de transporte configura uno de los capítulos más entrañables en la memoria colectiva de los bilbaínos. Pese a los daños que sufrió durante la Guerra Civil, ha funcionado prácticamente de manera ininterrumpida, excepto a finales de los años 70. Los arreglos y modernización emprendidos por el ayuntamiento, lo devolvieron a la vida tras once años de parada obligada. Funciona cada 15 minutos y cada trayecto cuesta 0,95 €. Los domingos y festivos funciona de 8:15 a 22 h y sale de la Plaza del Funicular, a dos minutos del Campo Volantín.

3. CASCO VIEJO. El primitivo Bilbao de calles estrechas y umbrías contenidas por el cinturón gris de la ría del Nervión creció en la margen izquierda, a los pies de la basílica de Begoña. Ese puño de tejados anaranjados e imposibles recovecos ejerce, a la caída de la tarde, de talismán para el txiquiteo y los pintxos: una multitud de bares y viejas tabernas acogen a las mareas de bilbaínos y visitantes que acuden a su llamada cotidiana. Hay, no obstante, varios rincones imprescindibles. La inolvidable vista del ayuntamiento que depara el puente del Arenal, el silencioso traqueteo de los modernos tranvías frente al doblar la fachada del teatro Arriaga, las numerosas terrazas que cubren la Plaza Nueva y la imponente estampa de la iglesia de San Nicolás de Bari.

4. ENSANCHE. La elegante urbe de amplias avenidas trazadas con un tiralíneas se fraguó a finales del siglo XIX, cuando el ímpetu comercial e industrial de la capital necesitó expandirse por la margen derecha de la ría. Así, la plaza del Sagrado Corazón y la Plaza Circular se une por la diagonal que lleva por nombre el del fundador de la ciudad, don Diego López de Haro. Es el llamado Bilbao de la donde los tiempos modernos hacen confluir estirados ejecutivos y mimos impasibles, elegantes comercios y círculos de buhoneros apostados en las esquinas. La fachada de la Estación de la Concordia, adonde llegaba el carbón de las minas leonesas, da un toque colorista a este lado de la ría. La Bolsa bilbaína, el palacio de la Diputación Foral y la Plaza Moyúa jalonan el paseo.



DORMIR

También los aires de renovación que se respiran en la ciudad han ido llegado a la oferta hotelera. La cadena Barceló Hotels & Resorts cuenta con dos establecimientos: el Barceló Avenida (Avda. Zumalacárregui, 40. Tel. 94 412 43 00 y www.barcelo.com), situado junto a la basílica de Begoña, fue totalmente renovado hace en 2005 y cuenta con un spa balneario & fitness center urbano único en la ciudad. Aires clásicos y vanguardistas en las dos alas del complejo: en total, 186 habitaciones y 3 junior suites. Desde 85 € (más 7% de IVA). Además, el Barceló Nervión (Pº Campo Volantín, 11. Tel. 94 445 47 00), situado a tan sólo 200 metros del Museo Guggenheim Bilbao, en el otro lado de la ría y junto al puente de Zubizuri, es uno de los clásicos de la ciudad. Desde 77 € (más 7% de IVA). La cadena cuenta, además, con hoteles en las otras capitales vascas.

Otra opción es el Miróhotel (Alameda de Mazarredo, 77. Tel. 94 661 18 80 y
www.mirohotelbilbao.com) abrió sus puertas a finales del año 2002 de la mano del diseñador de moda Antonio Miró y la decoradora Pilar Líbano. Espacios funcionales y máximo confort en las 46 hab. dobles, 6 individuales y 5 semi suites de un hotel que dispone de spa y gimnasio además de guardar un rincón para el arte con su colección de fotografía actual. Desde 130 € (más 7% de IVA).

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