COMIENZA LA TEMPORADA DEL BOCARTE EN EL PRIMER STREET FOOD MARKET DE ESPAñA

El bocarte de Santoña en el madrileño Mercado de San Ildefonso

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El bocarte del Cantábrico alcanza entre los meses de abril y junio su punto gourmet de sabor, grasa y textura. Y los habituales del madrileño Mercado de San Ildefonso lo pueden degustar sin desplazarse a Santoña en el puesto que gestiona Conservas Bayotín en la primera planta de este street food market de la calle de Fuencarral.

Entre los meses de abril, mayo y junio, el mar Cantábrico ofrece a los amantes del pescado la campaña del bocarte, boquerón europeo, este pequeño pescado azul que goza del mayor reconocimiento por parte de los chefs más prestigiosos del panorama nacional e internacional. Es durante estos meses cuando se pescan las piezas de boquerón de más alta calidad, fruto del rico plancton del que se alimentan, de la temperatura y de la bravura del Cantábrico donde los alevines crecen en un entorno abierto y expuesto a marejadas frecuentes. Estas circunstancias aportan al pescado sus mejores condiciones de grasa, textura y sabor, ofreciendo en las barras y mesas de los restaurantes nacionales un bocarte de excepcional calidad que es, además, la materia prima perfecta para elaborar las más extraordinarias anchoas.

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Recién capturado en el puerto cántabro de Santoña, y de la mano del puesto de conservas Bayotín, propiedad de Roberto Atanes y Mario Piñuel, los clientes del madrileño Mercado de San Ildefonso podrán degustar este producto culinario capaz de satisfacer los paladares más exigentes. El puesto está ubicado junto a la barra de bebidas, en la planta principal de este primer street food market de España, ubicado en la madrileña calle de Fuencarral. Aquí se ofrecen estos bocartes en las versiones más tradicionales, como la anchoa sin ningún otro acompañamiento para poder disfrutar de todo el sabor del producto, los tradicionales boquerones en vinagre, junto a propuestas vanguardistas entre las que destacan los marinados en vinagre de sidra con un toque de mermelada casera de tomate natural o con rúcula y escenificación de tomate, o la ya tradicional y reconocida tosta de pimientos de piquillo de Lodosa y anchoa del Cantábrico.

Durante estos tres próximos meses, además, se podrán degustar las primeras anchoas de la captura de la campaña 2015 de la marca comercial Don Bocarte, caracterizadas por una textura extraordinariamente suave y un marcado sabor marino, resultado de trabajo artesanal muy minucioso. Tras una selección exhaustiva, las mejores piezas se curan en bidones de sal a lo largo de 6 u 8 meses. Se trata de un proceso de curación individual y controlado por un maestro anchoero que extrae cada pieza cuando ésta alcanza su punto óptimo. A continuación se lavan con agua, se desespinan y filetean una a una, antes de enlatarlas sumergidas en aceite de oliva virgen extra como único conservante para evitar su oxidación.