Opinión

La ruta del pan (o el pan como souvenir): pan gallego

Pan de Cea
photo_camera Pan de Cea
El pan no falta en ninguna mesa. Elsa Vega Romero rinde su particular homenaje a este alimento básico que se puede convertir en un perfecto souvenir del lugar al que viajamos. Comienza la ruta del pan con Galicia.
Pan con pan, ¿comida de tontos? Desde luego, para mí, no. Considero el pan como uno de los mejores manjares, pero cuando hablo de pan me refiero al de verdad, de horno de leña, artesano, ése que, según mi madre, es el mejor postre que puedes tomar.

Esta pasión me ha llevado a indagar sobre los diferentes tipos de panes que nos encontramos a lo largo de todo el país y ("¿por qué no?") creo que ya es hora de incluirlos en nuestros viajes como una parte más de la tierra a la que están vinculados. Además, siempre he pensado que una buena pieza de pan es un souvenir estupendo.


GALICIA

Comenzamos por el norte, Galicia, mi tierra. Aunque el "pan gallego" es muy conocido, es curioso señalar que tal denominación genérica no existe en la propia comunidad. Lo que nos encontramos en Galicia son diferentes tipos de panes que comparten dos denominadores comunes: horno de leña y sabor tradicional. Podríamos nombrar muchas variedades, pero voy a detenerme en las que me parecen más representativas: el pan de Cea y el pan de Carral.

De San Cristovo de Cea, un municipio ourensano de la comarca de Carballliño, se dice que es "el pueblo de España con más panaderías por habitante" y además ostenta el título de ser el primer pan español, de los dos que existen actualmente, con I.G.P. (indicación geográfica protegida), lo que lo convierte en uno de los mejores del país. (El otro es el pan de Cruz de Ciudad Real, del que ya hablaremos en próximas entregas de esta saga…).



Amasar y cocer el pan de Cea es todo un arte transmitido de generación en generación, un proceso artesanal que consta de 7 fases: amasado, reposo, división de la masa, remasado, horneado, cocción y rever o maduración.

Cea vive por y para el pan; el olor de sus calles lo evidencia nada más pisar el pueblo. Es entonces cuando se vuelve imposible salir del lugar sin llevarse una pieza del preciado tesoro.

Los hornos de los panaderos de Cea se caracterizan por ser de piedra y de forma circular y siempre se calientan con leña. El resultado es un estupendo pan de corteza gruesa y miga esponjosa.

La pasión de Cea por el pan es tanta que cada año, la primera semana de julio, celebran una fiesta en su honor (y ya van 22 ediciones…)



¿Qué pan compramos en Cea? Pues tenemos que hacernos con una "poia" o "peza de Cea". (Aunque os suene raro pedidlo así, que os entenderán). Lo reconoceremos por su característico corte en el medio, que se realiza durante el horneado.

El otro pan de culto en Galicia es el de Carral, localidad coruñesa que se dedica a las labores de la panadería desde hace miles de años. En el siglo XVIII el ayuntamiento de A Coruña ordenó construir un horno en el pueblo para poder abastecer a toda la ciudad. Desde entonces es fácil encontrar en establecimientos coruñeses el pan de Carral.



En su proceso de elaboración se respetan al máximo los ritmos de panificación, la larga fermentación y la técnica tradicional.

Carral también rinde tributo al manjar cada año con su "Festa do pan de Carral", que se celebra a mediados de mayo, con proximidad a la festividad de San Honorato (16 de mayo), que es el patrón de los panaderos.



¿Qué pan compramos en Carral?
Podemos pedir un bollo o un bollo bajo.

Deciros, ya para terminar, que en prácticamente cualquier pueblo gallego (Ousá, Neda, Valdeorras, Porriño, Carballo, Friol, Coristanco, etc., etc) os podéis encontrar pan de trigo, de centeno, incluso de maíz, todos ellos artesanos y exquisitos.

La ruta del pan no ha hecho más que empezar, así que en próximas entregas continúa el viaje.

Y vosotros, ¿qué pan me recomendáis?