Tarifa de siesta en la Pensión Lineros 38 (Córdoba)

14/ago./12 - 19:27 Actualizado: 28/feb./16 - 00:19

De entre el babel de pensiones y hostales que inundan los rincones de la Judería de Córdoba, uno sobresale por su personalidad y la calidad de su oferta: es la Pensión Lineros 38. La fascinación de Antonio Medina por el alma andalusí cordobesa la convierten en un referente del pequeño alojamiento con encanto. No te pierdas su "tarifa de siesta".

Córdoba es una ciudad soñada por el viajero. Tabernas, terrazas, patios enjabelgados repletos de macetas y umbríos silencios, puestos de caracoles, mezquita-catedral, alcázar, murallas, sinagoga, turistas enrojecidos, rabo de toro y salmorejo. Córdoba de noches estrelladas y plazas recónditas. Córdoba para soñar. Córdoba para dormir.

Al viajero del siglo XXI le sorprende encontrar en la capital cordobesa tan amplia oferta de hostales y pensiones desperdigados por la judería y el resto del casco antiguo. Como si la ciudad antigua fuera la meca del bed & breakfast nacional. Imposible entonces contener la curiosidad y no husmear entre los establecimientos para dar con uno que enamore a primera vista. Nuestro elegido es la pensión Lineros 38. Sugerente y a buenos precios.

Antonio Medina, docente y enamorado del alma andalusí cordobesa, está al frente de esta Hostería Lineros 38. Se trata de una recuperada casona del siglo XVII y estilo neomudéjar, documentada en el catastro de la época y ubicada en pleno barrio de la Axarquía (casi puerta con puerta con la centenaria Taberna Campos), que acoge 26 habitaciones donde late el alma andalusí y bullen las propuestas para sobrevivir en estos tiempos oscuros: desde descuentos de hasta un 10% por reservas a través de la web de la pensión hasta una habitación "siesta": dos horas de uso por 20 €.

Medina amplió en 2008 la oferta originaria con una vivienda anexa (que en los planos originales pertenía a la propiedad) y añadió 15 nuevas habitaciones (hasta completar las veintiseis actuales) donde siguió profundizando en esa fascinación que inunda toda la hostería: celosías y azulejos, lámparas, apliques, cortinajes, colchas y mobiliario elaborados de manera exclusiva por artesanos marroquíes a los que él hace llegar sus diseños propios, lavabos de mármol con incrustaciones fósiles y, sobre todo, mucho ambiente íntimo y tranquilidad.

Los cuartos de baño son de ensueño: amplios, coquetos y con unas duchas que enamoran. Las estancias, siempre a media luz, frescas y muy cómodas. El trato, correcto. No os lo penséis más. Desde 50 €.